Acompañamiento basado en la mentalización

Acompañamiento basado en la mentalización

Mentalizar es iluminar y mostrar lo interno en nosotros y en los demás.

En 2016, conecté con el concepto de mentalización realizando la formación de Psicología Evolutiva aplicada a la Gestalt en el Centro Umayquipae de Madrid de Loretta Cornejo.

Carlos Pitillas, en el módulo del apego en recién nacidos nos dio una clase magistral sobre la mentalización y sus beneficios en el desarrollo infantil.

Probablemente practiques la mentalización de forma natural en tu día a día.

Hoy te comparto algunos de sus fundamentos y características por sí contribuyen en tu práctica de terapeuta y/o en la relación con criaturas.

Imagina una linterna capaz de iluminar los procesos mentales que suceden en cada uno de nosotros.

Una linterna mágica, con los dos costados iluminados, que revela nuestro interior mediante los sentimientos, los pensamientos y las intenciones para comprendernos y ser comprendidos. Y revela el interior del otro.

Algo así como dejar de suponer, enjuiciar y dudar para conectar, comunicar y comprenderte a ti misma y a los demás.

Mentalizar es iluminar y mostrar lo interno en nosotros y en los demás. Para conseguirlo basta con usar la imaginación y a la vez, aplicar la técnica del interrogatorio circular reflexivo que fue desarrollada por el equipo de terapeutas sistémicos de la Escuela de Milán.

¿Qué es la metalización?

Se refiere a la capacidad exclusivamente humana de interpretar el significado del comportamiento de los demás al considerar sus estados mentales e intenciones subyacentes, así como a la de comprender el impacto de los propios afectos y comportamientos en los demás (Fonagy y Target, 1996; 2002)

Es la actividad de la imaginación que interpreta los comportamientos humanos como estados mentales intencionales.

Mediante la propia imaginación, intuimos los pensamientos, los  sentimientos y las intenciones de quienes nos rodean para así encontrar sentido a sus acciones.

También nos permite organizar nuestras propias experiencias subjetivas.

Es una actividad preconciente y reflexiva indispensable para representar, comunicar y regular los sentimientos y las creencias que nos movilizan.

Mentalizar es un proceso social fundamentalmente bidireccional o transaccional (Fonagy y Target, 1997).

¿Todo el mundo puede mentalizar?

Todo el mundo que se sienta en un estado de autorregulación más o menos apreciativa y efectiva.

Aléjense del perfeccionismo relacional pues tiende al encorsetamiento, los ”debería ser” en lugar de “lo que es” y con un ojo crítico que a menudo transmite en la otra persona la sensación de insuficiencia e incapacidad. En consecuencia, se perpetúa un sentimiento de baja autoeficacia que corresponde directamente con un autoconcepto comprometido y en consecuencia, una autoestima dañada y vuelta a empezar.

Aunque no siempre se pueda lograr mentalizar debido a estados emocionales muy intensos, traumas o dificultades en la salud mental, se recomienda como práctica de la regulación emocional propia y de quién acompañamos, además de las personas con las que nos vinculamos.

Si la mentalización acoge la premisa de “observarnos desde fuera imaginando al otro desde dentro”, aplicar la mirada apreciativa en algunas vivencias en las que la carga emocional es intensa y desagradable, ayuda a comprender que la capacidad de mentalizar se vea afectada por los propios estados internos.

Igualmente, las personas que han interiorizado la experiencia relacional de sentirse seguros y tenidos en cuenta, el apego seguro, tienen mayor facilidad para conectar y mostrar la capacidad mentalizadora (N.Malberg y M. Dangerfield, 2023).

Ya que muestran una mayor apertura a pedir ayuda, a aprender de los demás y con mejores estrategias de regulación emocional.

¿Qué son los estados mentales?

Se refieren a las necesidades, deseos, sentimientos, creencias, fantasías, objetivos, propósitos y razones de cada persona.

Un ejercicio para poder identificarlos es deconstruir un conflicto que hayas vivido recientemente o en el pasado.

  1. Define el conflicto intentando soltar los juicios o críticas, incluso procura no culpabilizar.
  2. Detecta algunos de tus estados internos siguiendo este listado:
  • necesidad: aquello por lo que una persona se moviliza y depende su bienestar.
  • deseo: algo que se quiere conseguir y contribuye al bienestar a pesar de que no dependa de ello.
  • sentimientos: la interpretación que ha hecho la mente para describir la energía emocional que ha vivido en su cuerpo.
  • creencias: un conjunto de pensamientos que han configurado una forma de verdad subjetiva para percibir el mundo interno y externo y que se basan en experiencias propias.
  • Fantasías: Facultad que tiene el ánimo de reproducir por medio de imágenes las cosas pasadas o lejanas, de representar los ideales en forma sensible o de idealizar las reales (RAE).
  • objetivos: la consecución de un logro.
  • propósito: la intención que subyace a una conducta. El ir más allá de lo que se percibe.
  • razones: facultad del ser humano de pensar, reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa. Las justificaciones que la persona sostiene para conseguir un objetivo.

¿Cómo se desarrolla la mentalización?

Es un proceso evolutivo y modelado por el entorno como se hace con la adquisición del lenguaje.

La experiencia de ser mentalizado por los demás en las primeras etapas del ciclo vital se interioriza y permite mejorar la capacidad de empatizar y socializar con más conexión con los demás, según los valores y cultura del contexto.

El estilo de apego influye en la capacidad de mentalizar de tal manera que una relación de apego ansioso, ambivalente o desestructurado, la experiencia de no obtener una respuesta sensible, influye en la capacidad natural de mentalizar. A mayor comprensión recibida, mayor facilidad, disponibilidad y apertura a la comprensión hacia los demás.

Necesitamos entender a los demás para apreciar que los demás nos comprenden a nosotros.

Uno de los errores que solemos cometer es malinterpretar las acciones de los demás debido a suponer.

La mentalización ineficaz es la que solemos hacer cuando estamos enfadados pues atribuimos intención en la otra persona sin habernos interesado por ello.

¿Qué beneficios aporta?

Los enfoques sistémicos y mentalizador comparten numerosos elementos: gran parte de los problemas emocionales y del comportamiento son esencialmente de naturaleza relacional.

El acompañamiento basado en la mentalización se basa en la idea de que es un proceso social  bidireccional.

  • Mayor autorregulación, mejorando la gestión emocional.
  • Mayor desarrollo de la empatía: mejorando la gestión relacional
  • Mayor resiliencia: mejorando la capacidad de sobreponerse a desafíos y cambios que implican gestión de la vulnerabilidad.

Mentalización con criaturas

La capacidad de las madres y los padres para reflexionar sobre la experiencia mental interna propia y la de su hijo a partir de estados mentales como intenciones, sentimientos, pensamientos, deseos y creencias con la finalidad de dar sentido y anticipar las acciones de cada uno.

Imagina que llegas del trabajo agotada y al entrar por la puerta de casa tu criatura te reclama intensa y aceleradamente. Mentalizar anticipándose a sus acciones sería algo así como:

  • “cariño, tengo muchísimas ganas de jugar contigo y veo que tú también las tienes, necesito descansar unos minutos y en cuanto termine, jugaremos un rato. Podemos darnos la mano o tumbarnos juntas mientras tanto”.

La finalidad de mentalizar es la de mejorar las relaciones interpersonales sanas, generando un desarrollo social y emocional satisfactorio y positivo.

Para mentalizar necesitamos confiar en nuestra percepción y emociones para comprender el mundo. Al tiempo que reconocemos que nuestra percepción no será perfecta.

Implica poner la atención en lo que pasa en el mundo interno y también en el mundo interno del otro.

La criatura desarrolla su mentalización cuando el cuidador es capaz de entender y representar el cariño, hacerle sentir comprendido y transmitirle cómo afrontar lo que siente.

Una dinámica sencilla y divertida es el juego de roles:

  • Situación: imagina que estás preparando una tortilla de patatas con la ayuda de tu criatura y al voltearla se cae la mitad al suelo.
  • Mentalización: si fueras mamá, ¿Cómo resolverías esta situación? ¿Qué dirías y cómo te sentirías? ¿Cómo te moverías?

Otra dinámica que Loretta Cornejo nos invitó a practicar en nuestras consultas y familias es la de hacer un regalo a un amigo.

  • Situación: es el cumpleaños de Martina y vamos a preparar un regalo para ella.
  • Mentalización: ¿Qué quieres regalarle? ¿Por qué crees que esto le gustará? ¿Qué has visto en ella que te sugiera esto?

¿Qué requisitos necesitas activar y practicar para aplicar la mentalización con criaturas?

Norka Malberg y Mark Dangerfield proponen tomar consciencia del lenguaje verbal, no verbal y reflexivo:

  • falta de certeza en las atribuciones de los padres sobre el comportamiento del niño
  • Curiosidad y consciencia de la opacidad de los estados de ánimo del otro.
  • Perspectiva de desarrollo (los niños no son adultos pequeños)
  • Uso apropiado del humor y el juego.
  • Flexibilidad conductual y emocional

Algo así como relacionarte con curiosidad y genuidad desde una posición de no saber lo que tu criatura piensa o cree facilitará la confianza y mejorará el vínculo.

Mentalización con adultos en sesión

Entre los principios fundamentales de la postura de mentalización del terapeuta están:

  • Actitud activa de “no saber”
  • Actitud activa de hacerse preguntas
  • Asumir y pensar sobre los propios errores
  • Curiosidad genuina
  • Permanecer en el aquí y ahora.
  • Identificar y mentalizar los callejones sin salida y reducir los niveles de activación emocional.
  • Prestar atención a las formas no verbales de comunicarse.
  • Mantener una perspectiva del desarrollo como marco explicativo.

Te propongo el juego de sillas. Una técnica usada en las Terapias Humanistas como la Sistémica, la Gestalt, que consiste en tener dos sillas e ir cambiando de lugar en función de la persona que representa el cliente. Veamos un ejemplo:

  • Situación: la cliente explica en sesión que está enfadada con su pareja porque siempre tienen que hacer lo que el otro quiere.
  • Mentalización: primero empezamos con ella para después cambiar de silla y hacer de pareja.
    • Silla cliente
      • ¿Qué necesitas cuando sucede esto?
      • ¿Qué sentimiento aparece?
      • ¿Qué intención tienes al mostrar el enfado?
      • ¿Qué creencia sostiene la idea de que él manda y tú obedeces?
      • ¿Esta reacción proviene de algún patrón antiguo?
    • Silla pareja
      • ¿Qué crees que necesita cuando sucede esto?
      • ¿Cómo crees que se siente?
      • ¿Cuál crees que es su intención al proponer qué hacer?
      • ¿Qué crees que cree sobre la relación de pareja y hacer planes?
      • ¿Crees que su reacción se basa en un patrón antiguo?

La mentalización interviene en el acompañamiento emocional y en el diálogo apreciativo como expresión de la  autorregulación relacional.

Fuentes:

N. Malberg y M. Angerfield. Tratamiento basado en la mentalización para niños, Ed. Herder, Barcelona, 2023.

Eia Asen y Peter Fonagy: Tratamiento basado en la mentalización con familias, ed. Desclée de Brouwer, Bilbao, 2023.

Àngels Martí

Psicóloga Familiar y Mentora de Desarrollo del potencial Terapéutico

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